martes, 13 de diciembre de 2011

Audemars Piguet Royal Oak Offshore Sébastien Buemi al detalle


Caja:  de titanio con acabados satinados por microesferas y biseles pulidos, con un díametro de 42mm. Bisel octogonal de cerámica, satinada y pulida. Fondo con el logotipo de Buemi transferido. Hermética hasta los 100 metros.

Esfera: negra decorada con motivo ‘’Mega Tapicería’’. Índices luminiscentes. Agujas de la función cronógrafo de color rojo.

Movimiento: mecánico automático cronógrafo 3126/3840 de Audemars Piguet.  Formado por 365 componentes, 59 rubíes, con una frecuencia de 21.600 alternancias por hora y una reserva de marcha de aproximadamente 60 horas.
Platina perlada y côtes de Genève sobre los puentes realizadas a mano, molduras de las piedras diamantadas, brazos de las ruedas achaflanados, contorno y hendidura de las cabezas de los tornillos achaflanados, masa oscilante bidireccional de oro de 22 quilates decorada con los escudos de armas de las familias Audemars y Piguet


Brazalete: caucho negro con hebilla de hebijón de titanio.

 

Tres preguntas a Sébastien Buemi

¿Cómo nació la idea de realizar este Royal Oak Offshore Sébastien Buemi?
Justo antes de empezar mi primera temporada con la Escudería Toro Rosso, tuve la suerte de integrarme en el equipo de Audemars Piguet como embajador; entonces, la posibilidad de tener un día un reloj que llevara mi nombre me parecía extravagante. En mi mente, sólo los grandes pilotos como Jarno Trulli, Juan Pablo Montoya o Rubens Barrichello habían tenido este privilegio excepcional. 
Al conversar con los ingenieros de Audemars Piguet y con Octavio García, el director artístico, la idea de realizar un Royal Oak Offshore con mi nombre empezó a materializarse poco a poco. El día que fui a la Manufactura y tuve la oportunidad de ver trabajar a los relojeros en los primeros ejemplares de mi reloj, estaba tremendamente emocionado… Pude descubrirlo en piezas sueltas, la esfera, el brazalete, el movimiento e incluso pude ver cada una de las etapas necesarias para el ensamblado del cronógrafo y, sobre todo, pude llevar por primera vez un ejemplar de mi reloj. ¡En ese momento me sentí muy orgulloso!

¿Qué papel desempeñó usted en la concepción de este nuevo Royal Oak Offshore?
Desde 2010, con mucha frecuencia intercambié ideas y compartí mis sentimientos con los relojeros e ingenieros de Audemars Piguet, tanto a nivel de las formas y de los colores como de los materiales empleados para la concepción del reloj. Esto tomó bastante tiempo, pero me siento muy orgulloso del resultado. Además, sólo tengo 23 años, soy muy joven. Deseaba un reloj semejante a mí y a mi imagen: la justa medida entre la elevadísima tecnicidad del deporte automovilístico que debía encontrarse en filigrana en el reloj y la simplicidad que es, creo yo, el símbolo de mi personalidad; lo que generó la abundante presencia de materiales empleados en el deporte automovilístico, como la cerámica y el titanio. Su apariencia me gusta mucho: es técnico y tiene mucha clase. Se parece a mí. 

¿Qué vínculos pueden mantener un joven piloto automovilístico como usted y una manufactura relojera más que centenaria, la más antigua del mundo que aún hoy sigue en manos de las familias fundadoras?
Cuando tenía 8 años, cuando gané el campeonato suizo de karting, mi padre me preguntó qué regalo me gustaría recibir. Y aunque usted no lo crea, ¡le contesté que quería un reloj! Como usted sabe, existen grandes similitudes entre el mundo del deporte automovilístico y el universo de la Alta Relojería. Naturalmente, aquí hablamos de lo mejor de cada universo, y al igual que en una escudería automovilística de muy alto nivel, encuentro en Audemars Piguet el mismo espíritu de equipo, el mismo gusto por el detalle, la misma búsqueda de la perfección y de las más elevadas prestaciones técnicas. También me gustaría añadir que Audemars Piguet es una marca de lujo exclusiva y familiar, lo que tiene un gran valor para mí: me gusta el excepcional espíritu de familia que anima a los equipos de Audemars Piguet. Por último, además de sus cualidades técnicas intrínsecas indiscutibles, el Royal Oak Offshore posee un estilo claramente único, con frecuencia imitado pero jamás igualado…

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